07 julio, 2015

Principios





Ayer fue el aniversario de Joaquín Rodrigo, un inmortal. Porque el Maestro Rodrigo, como todo el mundo le llamaba, era de 'esas personas que no se entierran; se siembran’.

Para  recordarlo, reproduzco aquí el homenaje que le rendí en un viejo precedente de este blog.


Joaquín Rodrigo (1901 - 99)


Principios de los sesenta. Yo comenzaba el estudio de  la guitarra y era iniciado por mi maestro en la audición de los recitales que aquella entrañable Sociedad Guitarrística Madrileña organizaba en el salón de actos del  Ateneo de Madrid.

Los hermanos Lloret, mis  entonces vecinos  y siempre queridos amigos, tenían por aquellos años  varios tesoros. Los más destacables eran: un padre aficionado a la música,  su maravillosa colección de discos "microsurco" -lo último, el no va más, el mayor adelanto en la reproducción de sonido-  y un tocadiscos en el que se hacía viva la más increíble música que nunca había oído.

Eran mis principios como auditor de música sinfónica. Beethoven,  Mozart, Rimsky, Tchaikovsky [i], sinfonías, fragmentos... y El Disco:

La Orquesta Nacional, Ataúlfo Argenta, Gonzalo Soriano, Narciso Yepes, Noches en los Jardines de España...

Y el Concierto de Aranjuez. El bien supremo de la colección, la música mágica, la que enajenaba, la que hechizaba, la que me hacía practicar después con mi instrumento durante horas y horas buscando mecanismo, sonido, expresión, música.

Casi cuarenta años  y muchísimos discos después -entre ellos otras diez versiones del Aranjuez- lo encuentro, ¡por fin! editado en  compacto  y con una de las  primeras cubiertas con que lo conocí, la de las rosas. Hoy es, otra vez, el tesoro de mi colección de discos.

También eran por entonces los comienzos de la televisión en España. En un telediario, entrevistaron al guitarrista Narciso Yepes, que  anunció su actuación en el Monumental, en un concierto benéfico, el domingo siguiente por la mañana.

Con él la Nacional dirigida por Odón Alonso. El programa, Intermedio de Goyescas, de Granados, el Concierto de Aranjuez, y la Quinta Sinfonía de Beethoven.


Narciso Yepes (1927 - 97)

Fue mi primer concierto sinfónico. Tras ése, años de Monumental y Real, Palacio de Congresos-Auditorio [ii] Rosalía y Colón de la Coruña, tantos conciertos, obras, autores... Pero tengo en un nivel diferente   aquéllos que son mis principios; no sólo cronológicos, sino también estéticos y, de alguna manera, casi éticos.

Hoy he oído decir que se ha muerto Joaquín Rodrigo. Valiente tontería. ¿Acaso pueden morir los principios?




[i] En 2001 no hacía transliteración, como manda la santa madre RAE.
[ii] Ése era entonces el nombre del actual Palacio de la Ópera.

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