El lunes 31 Facebook me
sorprendió invitándome a compartir “la primetra foto en la que se me etiquetó”.
Fue en los Estudios Man, en un descanso de la grabación de ALEV, un soberbio CD
de Zoar Ensemble para el que tuve el placer de escribir las notas al
cuadernillo y una cierta nostalgia me llevó a releerlas. Este aniversario y el
enfrentamiento diplomático de estos días
entre España y Marruecos me han impulsado a publicar el texto en Líneas
Adicionales. Pasan los años pero hay problemas que no se resuelven con el paso
del tiempo.
Foto Grabación ALEV |
ALEV
Alteridad y globalización
Tras
la caída del Muro de Berlín y de las dictaduras del llamado “socialismo real”,
el fin de la Guerra Fría coincidió con
la revolución tecnológica que ha propiciado el proceso de globalización. Este
aparecía rodeado de brillantes augurios que presagiaban una era de paz,
prosperidad y entendimiento internacionales entre los habitantes de lo que vino
en llamarse “la aldea global” pero los hechos sucedidos apenas comenzado el
siglo XXI demostraron lo infundado de tales esperanzas. El inicio del nuevo
siglo no ha podido ser más convulso: los atentados del 11-S en Nueva York y la
posterior reacción de los Estados Unidos y sus aliados, con las sucesivas
invasiones de Afganistán e Irak abrieron la Caja de Pandora del siglo recién
nacido.
El
incremento de acciones terroristas por Al-Qaeda, con los atentados del 11-M en
Madrid y del 7-J en Londres, la política de cultivo del miedo entre la
población y la escalada de confrontación entre libertad y seguridad han hecho
crecer un sentimiento muy extendido de alteridad: de descubrimiento del otro (alter, en latín) como algo ajeno, una
representación de ideas imaginativas e inventadas sobre el desconocido –cuya
existencia, hasta entonces, incluso se ignoraba- como alguien radicalmente
diferente: una especie de alienígena procedente de un universo paralelo a punto
de impactar en el nuestro para destruirlo.
Por
otra parte, a mediados de los noventa se había iniciado un periodo de
prosperidad y fuerte crecimiento económico en Occidente, hacia donde se
incrementaron las migraciones desde los países pobres a causa del mayor “efecto
llamada” conocido: la prosperidad ajena. En paralelo al aumento de esta creció
en Occidente una xenofobia popular, alimentada y aprovechada por algunos
políticos cuyo populismo se retroalimenta con la intolerancia de gran parte de
sus colegas de Oriente Medio. En el último año, la presencia y poder de
partidos islamistas más o menos radicales no ha parado de crecer en los países
que en 2011 iniciaron la llamada “primavera árabe”. A ellos se une la creciente
y progresiva radicalización religiosa de Turquía, con el aislamiento de las
élites laicas que rigieron el país desde la fundación de la república por
Atatürk.
Fazil Say |
Arder en tolerancia
Frente
a este círculo vicioso acción-reacción, gentes de todo el mundo se han activado
en favor de la convivencia y la tolerancia, algunos con grave riesgo de su
libertad y aun de sus vidas. En los últimos años ha crecido el número de
intelectuales, escritores y artistas perseguidos e incluso condenados a muerte
por sus ideas o publicaciones. Tal fue el caso de las caricaturas de Kurt
Westergaard sobre el Islam, publicadas por el periódico danés Jyllands-Posten
como ilustración satírica de un artículo sobre autocensura y libertad de
expresión, consideradas provocativas por los gobiernos isamistas y la iglesia
católica, al tiempo que eran reproducidas en periódicos cercanos al radicalismo
cristiano escandinavo.
Fazil
Say (Ankara, 14.02.1970), compositor turco autor de la obra que abre este CD,
fue condenado en junio de 2012 por los tribunales de su país a una pena de diez
meses de cárcel como autor de un delito de “insulto a los valores religiosos
adoptados por gran parte de la población”. Los hechos por los que fue condenado
fueron unas observaciones personales de Say en la red social Twitter sobre un
poema en el que el poeta persa Omar Khayyam (1048-1131) se burlaba de la visión
islámica el Paraíso. Y en otro tuit, este de su autoría, Say bromeaba sobre la
rapidez en la llamada a la oración desde una mezquita cercana, preguntándose si
al muecín que la hacía se le estaría haciendo tarde para una cita amorosa o
para tomar una copa. Según su declaración ante el tribunal, con estos tuits “no
quería molestar a nadie, sino solo expresar mi malestar”.
La llama
Por
la música que contiene y los impulsos que llevaron a sus creadores a componerla
y a sus intérpretes a grabarla, ALEV
(llama, en turco) es una llamarada de libertad, un grito en pro de la
convivencia y la tolerancia. La palabra
deriva, según el lingüista kurdo Jamal Nebez, del árabe
Halav o Hilav, con el significado de “punta de llama del fuego”.
La
misma raíz comparte aleví, término
por el que se conoce a una comunidad musulmana multiétnica (en ella participan
las etnias zaza, turcomana, kurda y azarí) extendida por la Anatolia Central.
Se cree que la fe aleví se formó en el siglo XIII como fusión de la corriente
chií del islam con elementos místicos, gnósticos y probablemente también
cristianos. Sus creencias están basadas en la tradición derivada de los Buyruks: una colección de libros
espirituales que constituyen la base de su sistema de valores. Contienen
versículos del Corán, proverbios del imán Alí, temas como la hermandad
espiritual y una amplia gama de poemas e historias alevíes.
Mujer aleví rezando |
Sus
principios básicos son el respeto por todas las personas y por su trabajo,
considerado el mayor acto de adoración; la tolerancia hacia otras religiones y
etnias y la igualdad entre mujeres y hombres. Entre los escasos preceptos se
recuerda la frase turca eline, beline,
diline sahip ol (controla tus manos, tu cintura, tu lengua), como
exhortación a no robar ni matar, no cometer adulterio y no mentir. Aparte de
esto, no hay prohibiciones concretas.
Los
rituales alevíes, en los que varones y mujeres participan juntos en un plano de
total igualdad, son dirigidos por el Dede
(anciano), que ha de proceder de una familia vinculada con la de Alí, y se
celebran en el cemevi, edificio de
múltiples usos sociales. Tras actos de invocación a Alá, Mahoma y Alí, jóvenes
de ambos sexos danzan en círculo. Tras ofrecer una copa de agua de la que bebe
la comunidad, el ritual acaba con el reparto de pan y fruta que los asistentes
se llevan a sus casas.
Fazil Say (Ankara,
14.01.1970). Alevi dedeler raki masasinda
Fazil
Say es autor hasta el momento de cuatro sinfonías, cinco obras sinfónicas de
mediano y gran formato, tres oratorios, nueve conciertos instrumentales y
sinfónicos, música incidental para cine o teatro, más de una docena de obras de
cámara y otras tantas para solista instrumental. Say crea una música que
fusiona lo mejor de las tradiciones de su país y de la música europea
occidental. Alevi dedeler raki masasinda
(Los padres alevíes en la mesa del raki) [1]
es una brillante muestra de esta característica en todos sus componentes
rítmicos, melódicos y armónicos, que se suceden a lo largo de la obra con gran
brillantez instrumental y hasta un cierto pellizco de humor.
Bandera República Saharaui |
Bajo el viento del olvido
El
viaje desde Lagüira, Tichla y Zoug en el profundo Sur del Sáhara Occidental, a
Tinduf, en el Sudoeste de Argelia, pasa -y no solo fisicamente- por Bukraá y
Smara, lugares de singular importancia histórica para el pueblo saharaui. Smara
fue fundada en 1898 como un punto de enlace y control de las rutas comerciales
entre el África subsahariana y Europa por el jeque Ma al Aynayn, reverenciado como un héroe tanto por los saharauis como por
Marruecos, quien se radicó en ella en 1902, declarándola “ciudad sagrada”.
Desde allí organizó la resistencia a la colonización francesa y española, lucha
que en 1904 proclamó como yihad
(guerra santa), extendiéndola en 1910 contra el sultán de Marruecos, Abd
al-Hafid, que con su firma de los tratados de 1906 y 1910 acabó cediendo el
control del territorio de Marruecos a Francia y España.
La
fallida descolonización del Sáhara Occidental por parte de España se hizo
conforme a los llamados Acuerdos de Madrid (14.11.1975) -nunca reconocidos como
legales por la ONU-, que preveían una administración tripartita por Marruecos,
Mauritania y España, a finalizar el 28.02.1976 y cuya finalidad era la
celebración de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, siempre aplazado desde entonces. España se
retiró el 26 de febrero de 1976 y el Frente Polisario, organización guerrillera
y política fundada en 1973, proclamó la República Árabe Saharaui Democrática
(RASD) el día siguiente. La RASD fue admitida en la Organización de la Unidad
Africana en 1982 y a la disolución de esta fue miembro fundador de la Unión
Africana. Con el reparto del territorio entre Marruecos y Mauritania, Hassán II culminó la conquista de las minas de fosfatos de Bukraá.
Marcha verde, 1975 |
Durante
la guerra con Marruecos, la RASD fue despojada de la mayor parte de su
territorio, dividido ahora por un muro construido por Marruecos de más de 2700
Km de longitud. Una construcción militar, fuertemente armada y protegida, que
defiende los territorios ocupados de posibles ataques del Polisario e impide el
regreso a ellos de su población autóctona. El muro es así el instrumento de un
fraudulento cambio de la demografía, de cara a una futura celebración del
referéndum de autodeterminación ordenado por la ONU.
En
la lucha por su identidad y aun por su existencia misma, el pueblo saharaui ha
sufrido una agresión que tuvo la brutal y repentina fuerza de un simún, esa tormenta
de viento abrasador cargado de arena que arrasa con cuanta vida encuentra a su
paso. Ahora, dividido entre el exilio interior en la zona ocupada por Marruecos
y el exterior de los campos de refugiados de Tinduf, el permanente abandono a
su suerte por parte de la comunidad internacional tiene la frialdad mortal de
una noche a la intemperie en el desierto.
Xabier Mariño (Ponteareas,
Pontevedra, 27.03.1983) / Manuel Rivas (A Coruña, 24.10.1957). Tons
de gris baixo o ceo
En los párrafos anteriores
quedan apenas expuestas las causas. Manuel Rivas solo necesita once líneas, las
primeras de Tons de gris baixo o ceo,
para presentarnos en toda su crudeza el panorama desolador de las
consecuencias. El drama del pueblo saharaui adquiere así su verdadera dimensión
de lesa y dolorida Humanidad; de un daño universal cuya brutalidad duele como
un inesperado puñetazo en la frente, que nos aturde y nos rompe de dolor.
Luego, cerrando el zum de su cámara poética de alta resolución, nos sitúa en un
plano medio y, a través del filtro ultravioleta de su dura y sutil ironía,
actúa sobre nosotros como una serie de finos pellizcos sobre nuestra piel.
Espolea los sentimientos de dolor y culpa que causa en nuestra conciencia el
drama del pueblo saharahui y nos hace ver el fatigoso hastío de la
cotidianeidad de un pueblo dividido físicamente, pero unido en la incierta
esperanza de un futuro mejor y en su firme lucha para conseguirlo.
Xabier Mariño |
Xabier Mariño quiere reflejar
en su música “la actitud distante e hipócrita de la sociedad” ante problemas
como el de los saharauis, lo que plasma en esta obra con el protagonismo de la
palabra sobre la música. Por eso, la voz del propio poeta marca el ritmo y su
respiración declamando condiciona la de los instrumentos. Una respiración, esta
-sin melodía pero rica en texturas- en la que Mariño busca un ambiente más
ardiente que cálido; “con una idea de presencia predominante del viento, con un
aire lleno de residuos, visible”. Tan desolador como imagina que es ese
desierto apenas intuido desde su verde Galicia y tan cotidiano como esos
ambientes que él mismo ha grabado en lo que llama “un Tinduf occidental”. Una
de tantas aldeas y lugares “abandonados a su suerte por las administraciones”,
llenos también de “corrales hechos con materiales no bélicos pero casi”. Para
Mariño, el tiempo en la música es más importante que el sonido; tiene una
presencia escultórica, que en Tons de
gris baixo o ceo podemos escuchar materializado en las ruinas del futuro de
este corral universal llamado Tierra en que se hallan, eternamente presas, las
vidas de los más débiles.
Manuel Rivas |
Tons de gris baixo o ceo
En Tinduf,
nun curral feito con chatarra
bélica,
primeiro e último circo do
universo,
xeometría caída
a piques de despegar cara á
heliopausa.
En Tinduf,
no escouredo do éxodo,
nun curral arqueolóxico,
ruínas do futuro,
cascallos gris cinza de
materia interestelar,
a fauna do choque de
terminación,
unha cabra con ollos de gris
lobo,
á que só interesa a
información básica,
natural, da miña sombra
impresa na saudade do papel,
esa cabra da galaxia
Gutenberg
devece polas follas do meu xornal,
roe con placer apocalíptico a
primeira páxina,
os grandes titulares resultan
sabedeiros,
segue coa súa boca
unha orde tipográfica,
unha axenda de corrosión
global,
avanza pola sección de
inmóbeis gris platino,
devora gris toldo con vistas
ao mar,
hectáreas hipotecadas de gris
mofo,
degusta a vangarda
publicitaria,
a sinestesia pop,
o verdor automobilístico,
o shocking pink do plástico
carnal,
o gris turbio, excitante, dos
sucesos,
e agora trisca
os obituarios ilustres,
ese gris cadavérico,
a pálida cultura,
o
festín.
Paquito D’Rivera (La Habana, 04.06.1948): The elephant and the clown
Tras
el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 y la nacionalización de bienes
privados estadounidenses, la Administración Kennedy decretó un bloqueo
comercial económico y financiero en febrero de 1962. Cuba se alineó decididamente
entonces con la Unión Soviética, la desconfianza entre la isla y Estados Unidos
se hizo insoportable y derivó hacia una absoluta intolerancia mutua. Este
bloqueo, prolongado hasta nuestros días, no ha logrado disminuir el poder de
los antiguos líderes de la revolución. Como todo bloqueo a una nación entera,
solo logró y logra encastillarlos en su poder omnímodo y aumentar el
sufrimiento de su población.
Paquito D'Rivera |
Hijo
del saxofonista y director Tito D’Rivera, comenzó a tocar el saxofón a los
cinco años e ingresó en el Conservatorio de La Habana a los doce. Con parte de
los músicos de la Orquesta Cubana de Música Moderna, que había fundado en 1965
junto a Chucho Valdés, crea el grupo Ikarere, con el que fusiona la música
tradicional cubana con jazz, rock y música clásica, obteniendo gran éxito
internacional en sus giras por Europa y EE.UU. Durante una de estas pidió asilo
político en la embajada de EE.UU. en Madrid, harto de la presión a que se veía
sometido por la consideración del jazz y el rock como “música imperialista” por
parte de las autoridades de su país.
Su trayectoria, con cientos
de actuaciones y decenas de grabaciones de “jazz latino” ha sido premiada en
múltiples ocasiones: entre otras, con varios premios Grammy. En 2012 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la
Universidad Estatal de Nueva York. The
Elephant and the Clown es una obra original para octeto de clarinetes
encargada por el clarinetista David Gould. D’Rivera declara que está inspirada
en su amor a los animales y su afición a los cómicos. De principio a fin de la
obra se respira un ambiente de circo, lleno de humor, dinamismo y su
característica melancolía soterrada, como si fuera una suite inspirada en la
actuación de sus diferentes artistas. El
elefante y el clown evoca el recuerdo de esas actuaciones desde una
emotividad tan poderosa que basta cerrar los ojos para que del fondo de la
memoria surjan imágenes visuales de esas actuaciones y hasta un cierto recuerdo
olfativo del serrín que cubría la pista.
El arreglo para saxofón y
quinteto clásico fue escrito teniendo en mente los extraordinarios "Imani
Winds" de Nueva York, y tiene una parte central en compás de 6/8 que no
aparece en la versión original. El estreno mundial tuvo lugar el 13.10.2012 en
la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro. El estreno europeo de la
obra y mundial de la versión para quinteto fue llevado a cabo por ZOAR ENSEMBLE en Betanzos (A Coruña),
el 28.10.2012.
Leoš Janáček (Hukvaldy,
03.07.1854; Ostrava, 12.08.1928). Mladý
A lo largo de su vida,
Janáček vivió los numerosos cambios políticos sufridos por su Moravia natal y
el nacimiento de un sentir nacional cultural. Su propia carrera transcurre en
paralelo a la historia de su país: nacido en una remota aldea de los montes de
Moravia-Silesia, vivió sus primeros 60 años en Brno, la capital provincial,
trabajando como organista-director de coro, profesor y folclorista. Su despegue
como compositor llegó con el estreno en 1915 de su ópera Jenufa y con él el
despertar a una nueva vida, que llevó a ser conocido como “el viejo eternamente
joven de Brno”.
Leoš Janáček |
Esta vivencia de una segunda
juventud le impulsó a escribir buena parte de su música de cámara;
especialmente, el sexteto Mladý para
quinteto clásico y clarinete bajo, obra escrita en tres semanas del verano de 1924
en su Hukvaldy natal, influido
por los recuerdos de su vida como miembro de la escolanía de la abadía de Santo
Tomás, en Brno. En realidad, la obra es la respuesta musical a una petición de
datos y detalles sobre su infancia y juventud para la publicación de una
biografía suya en los momentos de mayor fama con el estreno en 1924 de Jenufa en Berlín y Nueva York.
El patrón sonoro de las
palabras Mládež, Zlatá mládež
(juventud, dorada juventud) es la base del motivo inicial del primer
movimiento, Allegro, conforme a su
teoría creada 25 años atrás que relacionaba los ritmos hablados y musicales. El
Andante sostenuto, un tema con cuatro
variaciones, refleja la monotonía de la vida de un niño en la abadía, teñida de
una cierta tristeza en el adagio en
que deriva. La limpia alegría y una imaginativa ensoñación infantil se adueñan
del juguetón scherzo (marcado vivace) y su trio, antes de que el Allegro
animato final recoja y juegue con el motivo inicial y su recuerdo de oro. Mladý recibió en 1925 el Premio de la
Academia Checa de Ciencias.
© Copyright 2013, Julián Carrillo Sanz
[1] Aguardiente
turco de alta graduación alcohólica y similar al “ouzo” griego. Se suele beber
como aperitivo, rebajado con agua y
acompañando a los “mesé” (palabra árabe de origen persa: sabor). Se trata de
una serie de entre 10 y 100 aperitivos variados para picar con los dedos o con
pan pita antes de una comida familiar especial o de celebración)
[2] “Los
elementos e informaciones puestos en conocimiento de la Corte indican que en el
momento de la colonización española existían vínculos jurídicos de subordinación
entre el Sultán de Marruecos y ciertas tribus que vivían en el territorio del
Sáhara Occidental” y que “…los elementos e informaciones puestos a su
disposición no demostraban la existencia de ningún vínculo de soberanía
territorial entre el territorio del Sáhara Occidental, por una parte, y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano por la
otra. Por lo tanto, la Corte no comprobó que existieran vínculos jurídicos capaces
de modificar la aplicación de la resolución 1514 (XV) en lo que se refiere a la
descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, a la aplicación del
principio de la libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de
la voluntad de las poblaciones del territorio”.
Acabo de escuchar una grabación del difunto Julio Anguita sobre el problema del Sáhara Occidental, que me parece bastante reveladora. Para quien quiera escucharla, está en https://youtu.be/NicAq9bbfOc
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